viernes, 27 de mayo de 2011

Oslo [3r y 4to día]

El Día de Santa Lucía empezaba con grandes expectativas para ambas ya que teníamos un par de visitas preparadas con mucha ilusión.

Recogimos nuestro desayuno y nos marchamos. Me apetece destacar el Café Christiania, que se encuentra a un lado del Parlamento. Por lo visto representa la historia del país y de la misma ciudad desde el siglo pasado. Hablo de él porque el nombre tiene su historia: hubo un incendio en ‘Óslo’ en 1624, que destruyó gran parte de la ciudad medieval. (El centro de la ciudad actual está ubicado en otro lugar distinto). Tras este incendio el Rey Cristian IV de Dinamarca y Noruega renombró la ciudad como Christiania, cosa que duró hasta 1878.

Acabamos por dar una vuelta a la manzana de todo el Ayuntamiento, quizá para verlo por fuera, quizá para buscar por dónde se entraba. La verdad es que exteriormente no es un edificio maravilloso, pero acabas acostumbrándote a él. Inció su construcción en 1931 y tuvo diversos problemas, ya sea por la pausa durante la II Guerra Mundial como las grandes dudas que creaba a los vecinos dada su diferencia arquitectónica. El interior es realmente atractivo, sobre todo la sala donde se celebra la ceremonia del Premio Nobel de la Paz. Algo que jamás olvidaré de aquí es el momento en el que escuché el eco que producían las voces de unos niños cantando. Fijarse en las escaleras y verlos bajar vestiditos de blanco, en orden y con velas me hizo sentir una emoción indescriptible (y quizá a muchos os parecerá algo tonta). La verdad es que eso viene de una tradición sueca del día de Santa Lucía, la patrona de los ciegos (y también de las modistas, porque se quemaban la vista cosiendo a la luz de las velas, así que me sentiré semi-identificada dada mi afición costurera), pero los noruegos por lo visto llevan un par de años adaptándola también (estos aún me gustaron, posteriormente vi otros que dejaban mucho que desear).

Siguiente visita: Museo del Premio Nobel de la Paz. Nada más salir del Ayuntamiento (salida de cara al fiordo), a mano derecha y caminando 5 minutillos, se encuentra el museo. Era un sitio bastante más curioso de lo que me esperaba. La planta de abajo estaba dedicada al premiado de este año, Liu Xiaobo, y al estado de la China actual con fotografías, videos, etc. La planta de arriba tenía una parte dedicada a Fridtjof Nansen, una de las mayores personalidades de la historia de noruega que fue premiado con dicho Nobel; otra era bastante curiosa, ya que se podía ver a todos los premiados en unas pantallitas. Salía una fotografía, el nombre, año del premio y una pequeña biografía. Lo vi súper moderno XD Otro detalle gracioso era que vendían/tenían un papel de pared/regalo con las caras de los premiados como si fueran sellos. Ahí una foto~

Y para mí algo que no me hubiera perdonado no ver… fue lo siguiente. Queda algo alejado de lo que es el centro, así que tomamos un tranvía dirección Vigeland Park. En el trayecto nos sorprendimos del control que tienen algunas chicas con la nieve y el hielo, tanto que son capaces de llevar taconazos altísimos sin miedo a resbalar (o con él, pero al ser noruegas lo disimulan todo muy bien (?)).

El tranvía te deja prácticamente en la misma puerta del parque, del que quiero destacar ya de por si las rejas, que son una pasada. Ya desde allí se ve el destacable monolito, pero aún hay que andar un poco por el parque para alcanzarlo.

Son 32 hectáreas de parque, con esculturas de Gustav Vigeland que datan entre los años 1926 y 1942. Éstas muestran diferentes aspectos de la vida cuotidiana de cualquier persona, así como etapas de la vida o sentimientos, al menos eso es lo que vi yo en ellas. Y encima hay más de 200 estatuas, como para tirarse un día entero viéndolas.

Y bueno, ya sé que para el que está harto de nieve es un tostón más y más, pero para mí, que no estoy acostumbrada a ella para nada, las imágenes que me ofrecía el parque nevado eran increíbles.

Y las estatuas siguieron, pero ya no en Vigeland Park, sino esta vez en Aker Brygge. No sé si lo comenté en anteriores ocasiones (hace mucho que escribí los otros posts sobre Noruega y no los he releído) pero me di cuenta de que Oslo estaba repleta de estatuas. Everywhere. Y de todo tipo, ya sea una pareja tomándose algo en un bar, una camarera, un pelícano, gente tomando el sol o personas subidas en zancos en mitad del río.

Aker Brygge es la zona portuaria de Oslo que está siendo remodelada por completo con edificios seguramente caros, bares, tiendas, etc. Antes por lo visto era de esas típicas zonas portuarias tipo industrial con almacenes, pero ahora es un lugar digno por el que pasear (a pesar de que hay obras todavía). Tanto el ayuntamiento como el museo del premio nobel de la paz se encuentran tocando este lugar. Personalmente debo decir que me gustó mucho e imagino que en verano debe ser una pasada ya que está acondicionado como lugar de compras-salidas. Y con vistas al fiordo de Oslo y al castillo de Akersus (al que no pudimos ir al final por falta de tiempo, otra vez será).

Una vez vista la zona, comido y demás marchamos hacia la Ópera. En el tranvía volvió a pasar algo inesperado (o quizá sí) en cuanto al carácter noruego… y es que realmente no entiendo cómo interactúan sin dirigirse una mirada o un monosílabo. Ni siquiera una sonrisa torcida. Cada vez que me ponía a hablar me sentía súper ruidosa por su culpa xD

Para llegar a la Ópera pasamos por delante del pequeño edificio de la Bolsa, que fue fundada en 1819. Luego se tenía que pasar por un puente que cruzaba la autopista (pero desde el que ya se veía el edificio) y caminar hasta él. La Ópera de Oslo, obra del estudio de arquitectura noruego Snohetta, choca contra esa arquitectura tradicional que se ve en otras zonas y trae modernidad a la ciudad. Me callaré porque acabaría diciendo que también me encantó (ups) y acabaréis creyendo que todo lo que veo me encanta (que no es así XD). El edificio fue terminado en 2007 y se puede subir a su tejado que, vamos, fue lo primero que hicimos al llegar a pesar de temer resbalones. El agua de alrededor estaba todo bastante congelada, así que sólo os toca imaginar el frío que hacía (aunque íbamos super preparadas XD). Y cuanto más alto, más airecito. Pero vamos, daba igual, porque nos tocó ver el atardecer desde lo alto y con vistas al OsloFjord, así que es de esas cosas de las que no te puedes quejar y de las que te llevas únicamente el buen recuerdo.

En cuanto al interior, decir que era muy moderno y que estaba decoradito de forma navideña. Tenía zona de bar y la entrada a lo que sería ya la ópera-ópera estaba prohibida.-cerrada-loquefuera Normal ya que empezaba a llegar gente porque al parecer iba a haber algo. Otro detalle fue el gran guardarropía-vestuario que había en unos de los lados. La gente venía de la calle con sus abrigos gordos y sus botas para caminar con facilidad por la nieve y, una vez allí, se ponían sus zapatos de fiesta y sus chaquetas elegantes. Chapó.

Ahora Domkirke. Es la catedral de la diócesis luterana, perteneciente a la Iglesia de Noruega. Es un templo barroco de planta de cruz latina construido de ladrillo y fue construida en la segunda mitad del siglo XVII.

Uy, temed, pero… no, no fue maravillosa. Realmente no me gustó demasiado. (menos mal, ¿no? Al fin digo que hay algo que no me gusta XD). Es un edificio pequeño de paredes blancas y techos pintados, algo-bastante austera y que, además, vi de noche (cosa que hace que no se aprecien tanto las cosas). Nos costó bastante entrar porque fuimos justo a la hora a la que iba a empezar el desfile de Santa Lucía (el de l@s niñ@s vestidos de blanco que comenté antes). Me decepcionaron bastante, aunque la canción era sumamente pegadiza XD La pena era eso… se supone que tienen que ir de blanco, pero agradecería que no se pusieran sudaderas de sus padres y cosas de ese estilo. Podrían… llevar un uniforme a conjunto, pero no eso, no sé, era bastante feo y desprestigiaban la fiesta. (¡leedme noruegos!)

Os pongo un video en el que salen niños cantando eso y así, si os apetece, también podéis ver qué más hacen por Navidad.


A partir de aquí ya era de noche y como dije en posts anteriores cierran demasiado pronto, así que paseamos, tratamos de ver si podíamos visitar una iglesia sueca para la celebración de un concierto para Santa Lucía (sin suerte =( ) y fuimos a cenar.

Esa fue la última noche de nuestro viaje, la cual aprovechamos para llegar tarde (nos fuimos a patinar a la pista de hielo junto a otros españoles que estaban ya allí, la gracia es que yo lo hice sin patines~) y ponernos a recoger para alistar las cosas para el vuelo. La televisión de fondo nos ofrecía la película sueca de Milennium en versión original, y subtitulada en noruego. Está bien, no me enteraba de nada, pero pude darme cuenta de que es verdad lo que dicen sobre lo parecidos que son estos dos idiomas (y me imagino que el danés también lo es muchísimo).

Y nada, tristemente se acabó nuestro viaje y tuvimos que tomar un vuelo al día siguiente que nos ‘devolvería’ a nuestra ciudad, que nos esperaba de color grisáceo desagradable xD. Eso sí, me llevé unas bonitas instantáneas del amanecer noruego, tanto en mis retinas como en mi cámara fotográfica.

Tengo intención de volver a Noruega (quizá no a Oslo, aunque me quedaron cosas por ver). Ojalá sea así =)

2 comentarios:

  1. Hola Sandra. Por fin nos acabas la crónica ;)
    Una pregunta: ¿no te parece que el ayuntamiento se echa un aire a los típicos edificios soviéticos?

    Yo ando entre exámenes y ultimando cosas para el año que viene en Trondheim. Acabo de solicitar un curso de noruego. Va a ser "curioso" dar clases de noruego en inglés ^^

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  2. @ABULENSEdani

    Sii, realmente lo siento D: Pero es que entre unas cosas y otras no puedo dedicarle el tiempo a las cosas que me gustaría (incluso no puedo a las que no muchas veces >.<)

    La respuesta: Por eso es tan feo, jajaja realmente opino lo mismo que los noruegos que no querían que se construyera el edificio porque afeaba la zona. De hecho tiene salas muy bonitas (preciosas), pero otras en las que los visitantes no podemos entrar (pero si ver ilegalmente) que son peores que las del hospital más feo que hayas pisado en tu vida.
    También es que se supone que está inspirado en el Ayuntamiento de Estocolmo, de ahí los ladrillos rojos (que los suecos usaron porque era material tradicional de monasterios e iglesias). Encima se guiaron por las corrientes funcionalistas y, bueno, menudo resultado xD

    Bufff, yo quiero aprender noruego :'D

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