martes, 21 de diciembre de 2010

Praga [7o día]

El último día. Debería ser feliz al pensar que con esto ya termino xD

Ese día madrugamos porque según teníamos entendido los amaneceres son preciosos y tal. Llegamos al puente súper abrigados contra el fresquito matutino y esperamos, esperamos… un momento, si ya hay suficiente luz… Y resulta que es que estaba tan nublado que no vimos ese digno amanecer del que nos habían hablado. WTF.

¿Qué hicimos? Estudiarnos una a una las estatuas del puente. Vimos qué representaban, etc. Así pasamos un largo rato, aprovechando que había poca gente. Curiosidades de la vida… nos topamos con niños que iban con su mochila, como si fueran a clase, cruzando el puente. Y gente que iba a trabajar, pero eso es más normal. La verdad es que me gusta ver el ambiente real del país, no sentirme tan rodeada de turistas. Es una buena hora para eso… poco después los tenderetes de pinturas, collares, etc, empezaron a instalarse. Dimos una pequeña vuelta antes de volver al hotel y, de repente, empezó a sonar una alarma de esas de ataques aéreos. Al principio no le presté mucha atención, pero aquello seguía y un tío hablaba –sólo en checo- por megafonía, como si diera un aviso. Y seguía sonando. A mí me empezó a dar hasta miedo. La gente de alrededor era turista y ponía la misma cara de no entender, y el tío de la megafonía volvía a repetir lo que pasaba. Conseguimos dar con una chica de allí, pero al preguntarle dijo que no tenía ni idea. Así que seguimos con el mal rollo en el cuerpo. Cuando conseguimos preguntarle al recepcionista nos explicó que lo hacen cada miércoles primero de mes desde hacía años. Era algo así como un entrenamiento ante posibles ataques. Flipante que tengan que hacer algo así, pero él ya estaba acostumbrando. Simplemente se encogió de hombros satisfecho por habernos informado.

Para el desayuno… XD siempre éramos los últimos de todo el hotel. Llegábamos con el tiempo justo para desayunar y… ese día la chica que preparaba las mesas y eso se asustó y todo. Puso cara de ‘omg, han madrugado’ mientras nosotros la observábamos con nuestras caras de ‘sí, lo hicimos y no vimos amanecer como queríamos…’ Luego yo estaba que me dormía cada vez que me paraba un poco xD muy fail

Hicimos los últimos preparativos de maletas y salimos de nuevo. Esta vez me llevé mi globo para hacer una paranoia de foto. Luego no salió lo bien que me hubiera gustado… Una vez me hice las fotos, ehm… decidí deshacerme del globo como lo haría cualquier otra persona… pisándolo. Pues resulta que lo hice en la plaza pequeñita y… había una acústica impresionante. Tanta que asusté a gente que estaba desayunando tranquila y, de repente, me sentí observada por TODO el mundo. Me quedé un poco avergonzada, pero luego no podía parar de reírme por lo que había pasado.

Descubrí que tenía la embajada de Estonia cerquita ò.o así que me hice foto también~

El 'bebé' de la foto es uno de los varios que hay al lado del museo Kampa (de arte contemporáneo, con cosas muy random XD). Son de David Černý. Y de hecho no sólo los hay en las afueras del museo, sino en más sitios de Praga. Eso sí, para mi gusto es lo más feo que he visto en la vida (?)

Uf, uf, las maletas. Miedo le tenía yo a ese momento. Salimos con el tiempo bien calculado –aunque mi madre tenía miedo de que algo saliera mal y perdiéramos el vuelo o algo-. Aproveché para que me comprara una camiseta de souvenir, que me hacía ilusión. Y corrimos a pillar tranvías, metros y buses. En el aeropuerto nos tocó esperar un rato, nos cambiaron un par de veces el lugar de salida del avión. Digo yo que se podrían callar y cuando se aseguren decirlo… a mi me tenían mareada y estresada. Allí me pillé una National Geographic en checo –menos mal que las fotos son universales- y un periódico en alemán xD –hay no tengo tanta suerte con las fotos-. Pero nada, la curiosidad mató al gato… y entretuvo a mi persona en el tiempo de espera. Eso sí, en cuanto me vieron cogiendo la revista, el afán de la gente por levantarse a coger una o más para ellos era algo así como extraño y molesto. El mundo se pone nervioso y no respeta cuando algo es gratis por poco que entienda o le sirva…

En el avión todo bien. Salvo que cuanto más viajo más estrés cojo en el avión. Me pongo nerviosa porque mi imaginación es maja. Suerte tuve de que Suiza es preciosa y me entretuvo las vistas hasta que llegamos a Ginebra, ahí con su chorro de agua modo géiser ♥

(esto del móvil lo hago siempre xD;;;)

Y aquí… show. El avión en el que nos teníamos que subir después estaba a punto de salir. Y el nuestro había llegado con retraso, por lo que la gente que hacía el trasbordo como nosotros iba a paso acelerado. Llegó un momento en el que nos topamos con una cola enorme, como si hubiera que volver a pasar por la seguridad del aeropuerto. Total, que gente desesperada que nos acompañaba. Empezaron a decir que si el avión se iba a ir sin todos nosotros, que si hacíamos esa cola no nos daba tiempo… arg xD Yo contaba que éramos casi diez personas que venían de otro avión y que no nos iban a dejar en tierra. Pero vamos, creo que no sirvo para tranquilizar al personal cuando ya anda histérico...

Y así fue, los suizos nos pasaron por una cola más corta que daba justamente a la puerta de embarque por la que entraríamos a nuestro avión. Y, ¡oh, qué raro! ¡no se había ido! … tsk Bueno, fue una aventura ahora que lo pienso. Y yo andaba tentada de que fuera verdad, que cometieran el error de dejarnos en Ginebra y así aprovechaba y visitaba la ciudad. (está bastante cerca del aeropuerto)

Pero no tuve esa ‘suerte’. Poco después llegué a mi casita, contentísima por la experiencia.

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